Siguen nuestros chicos su periplo por tierras extranjeras. En esta crónica podréis saber de sus vivencias en la ciudad de Viena de donde ya partieron ayer viernes. Como veréis vamos ralentizando el ritmo de publicación de estas crónicas a la espera de poder escuchar las experiencias de viva voz en la celebración del próximo martes día 16 a las 20.30 en la parroquia de San Francisco de Asís y del miércoles 17 a las 21 horas en el Corpus Christi. ¡¡¡ No os lo perdáis !!!
Amanecimos en el hotel, aun en la ciudad de Cracovia. Como nos esperaban cerca de seis horas de viaje, más de uno aprovechamos para dormir en el autobús antes de rezar Laudes en ruta. Durante el camino, realizamos un par de paradas previas a nuestra llegada a la capital austriaca. Hacia mediodía paramos a comer y disfrutamos un montón ya que pudimos «saborear» tras muchos días un McDonalds. Poco después, cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos en Viena, descargando las maletas en el hotel. Nos acicalamos con rapidez y nos fuimos a celebrar la eucaristía.
Esta celebración fue para nosotros muy especial porque pudimos experimentar la comunión de los santos. El lugar no era como al que estamos acostumbrados ya que fuimos acogidos por una parroquia con comunidades muy jóvenes. Allí conocimos a Raúl y Cristina una familia en misión de Villena que está dando su vida en la capital austriaca desde hace 10 años. Esta familia nos contó que cuando llegaron apenas eran seis hermanos y que hoy en día y siempre gracias a Dios, cuentan con tres comunidades en las que muchos matrimonios han podido abrirse a la vida, algo muy difícil en la sociedad austriaca. Nos explicaban Raúl y Cristina, como veían la gran misericordia que Dios ha tenido con ellos en estos años.
Terminada la eucaristía, regresamos al hotel para cenar. Al día siguiente madrugamos para visitar el seminario Redemptoris Mater de Viena. Nos recibió Josepe. rector del seminario que fue ordenado por San Juan Pablo II. Esta visita fue muy interesante ya que pudimos escuchar la experiencia de los seminaristas y conocer como es la vida cotidiana allí. Pudimos contemplar además unas magníficas pinturas del siglo XVIII las cuales están al cuidado de los seminaristas ya que la casa y las obras de arte que contiene son propiedad del obispado. Las pinturas que adornaban las cuatro estancias que conformaban la casa reproducían la flora y fauna de la jungla amazónica y fueron pintadas por el pintor real de la corte de Isabel de Austria, popularmente conocida como Sissí emperatriz. Para finalizar la visita al seminario, compartimos un ágape que prepararon los hermanos de las comunidades de allí.
Llegado el mediodía pudimos disfrutar de esta maravillosa ciudad y visitarla por libre hasta la hora fijada de regreso al hotel. Damos así por finalizados dos fantásticos días que dejarán en nosotros un magnífico recuerdo.