«La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados. Esta convicción se convierte en un llamado dirigido a cada cristiano, para que nadie postergue su compromiso con la evangelización, pues si uno de verdad ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones.
Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos «discípulos» y «misioneros», sino que somos siempre «discípulos misioneros». Si no nos convencemos, miremos a los primeros discípulos, quienes inmediatamente después de conocer la mirada de Jesús, salían a proclamarlo gozosos: «¡Hemos encontrado al Mesías!» (Jn 1,41). La samaritana, apenas salió de su diálogo con Jesús, se convirtió en misionera, y muchos samaritanos creyeron en Jesús «por la palabra de la mujer» (Jn 4,39). También san Pablo, a partir de su encuentro con Jesucristo, «enseguida se puso a predicar que Jesús era el Hijo de Dios» (Hch 9,20). ¿A qué esperamos nosotros?»
Así está escrito en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium del santo padre Francisco. La cuestión parece clara, si hemos tenido un encuentro con Cristo resucitado automáticamente se produce en nosotros la necesidad de comunicar a todos los que nos rodean el hallazgo de este precioso tesoro. La alegría de la Pascua no es algo que podamos callar, por ello estamos todos convocados a salir por las calles y plazas anunciando gratis lo que gratis hemos recibido. Nuestra parroquia participa junto con otras en esta tarea. El primer día de evangelización se ha realizado el sábado 11 o el domingo 12 según correspondía a la Plaza de Benalúa, la parroquia de Santa Teresa o la ciudad de Benidorm. Estamos todos convocados a participar el próximo fin de semana en el segundo día. ¿A qué esperamos?
Aquí tenéis las fotos del primer día. La Paz.