Hoy, tras levantarnos a las 7:30, hemos dado cuenta del habitual desayuno a base de salchichas, huevos revueltos, leche, pan y café. Después nos hemos trasladado a la ciudad de Sau Paulo donde hemos podido visitar la pinacoteca del estado.
Más tarde, nos hemos desplazado a la plaza que hay frente a la catedral de la ciudad y hemos hecho los laudes y danzado algunos cantos. Amparo, la catequista, ha dado su experiencia. Mientras tanto, en la misma plaza, en las escaleras de la catedral, un grupo de mujeres se manifestaba pidiéndole al Papa que acepte el matrimonio homosexual, el aborto, las mujeres curas y los curas casados.
Después hemos visitado la catedral donde se nos ha regalado el poder hacer oración individual. Tras visitar la cripta donde se guarda una copia de la sábana santa, hemos comido en un colegio de la zona y ya por la tarde, hemos vuelto a los autocares cantando por las calles. Nuestra intención era ir a un mercadillo para comprar recuerdos, pero estaba cerrado por lo que nos hemos vuelto directamente a la casa de convivencias que nos ha albergado estos días en Jundiai.
En la cena nos han acompañado hermanos de Nicaragua y Honduras que han venido a pasar unos días en Jundiai en peregrinación hacia Río.
Para cenar lo típico: arroz con frijoles, pollo con puré de patata y como siempre, mucha, mucha fruta; mango, papaya melón, piña, plátano, manzana y mandarinas.